El proceso de depuración
El agua que consumimos cada día se canaliza desde nuestros hogares hasta la depuradora a través de unas tuberías que están bajo tierra (colectores). Una vez allí, se dan los siguientes pasos para el tratamiento.
- Pretratamiento / Desbaste
Se extrae la suciedad con volumen considerable, como botellas, bolsas de plástico o toallitas para que el agua pueda seguir su proceso pasando por filtros cada vez más y más finos, desapareciendo así bastoncillos, pelos o huesos de aceitunas. - Pretratamiento / Desarenado y desengrasado
Se eliminan grasas y arenas del agua para no estropear los equipos en los procesos posteriores. - Tratamiento biológico
Millones de microrganismos y bacterias utilizan la materia orgánica presente en el agua residual como fuente de alimentación y energía. Para que el proceso funcione, se crean unas condiciones específicas manteniendo el agua en movimiento e inyectando oxígeno. - Decantación
Se prepara el agua tratada de la mezcla de bacterias y material orgánico (fango). El agua limpia rebosa y el fango se queda en la parte inferior de la piscina. - Deshidratación de fangos
La materia orgánica sobrante de proceso de depuración se deseca y almacena para su transporte a plantas de tratamiento o para su uso como abono en la agricultura. - Salida / Vertido
El agua depurada se vierte en los cauces de ríos y arroyos con calidad para garantizar la conservación y recuperación de los ecosistemas fluviales.