La amenaza invisible durante la depuración: los contaminantes emergentes
¿Qué se te viene a la cabeza cuando escuchas la palabra contaminación? ¿Grandes columnas de humo emanando de chimeneas industriales? ¿Playas con la arena teñida de negro por culpa de un vertido petrolífero? ¿O la imagen de montañas de residuos plásticos que han invadido la naturaleza tras ser abandonados en montes, ríos y océanos?
Lo que tal vez no sepas es que existe toda una serie de nuevos contaminantes que pasan completamente inadvertidos, bien porque su presencia es invisible a nuestros ojos, bien porque aún desconocemos el alcance total de sus efectos. Es cierto, no cuentan con una fotografía icónica propia como sí la tienen otros residuos, pero aun así pueden protagonizar por sí mismos daños evidentes al medio ambiente. Son los llamados contaminantes emergentes.
A este grupo especial pertenecen principalmente productos químicos derivados del uso de pesticidas y herbicidas en la agricultura. También aquellos que provienen del consumo de productos de cuidado personal y medicamentos como analgésicos y antibióticos. Todos ellos tienen una cosa en común: su rastro acaba llegando a las estaciones depuradoras de aguas residuales a través de las redes de saneamiento.
Es ahí donde deben ser eliminados para evitar que sean liberados a nuestros ríos y mares y se conviertan en una amenaza para la fauna y flora acuáticas. El problema que tenemos con los contaminantes emergentes es que su presencia es tan discreta que pueden llegar a “escaparse” si no son detectados con los medios adecuados ni reciben el tratamiento necesario para ser erradicados del agua residual.
En el siguiente vídeo nuestra analista de Laboratorio, Marisa Fernández, os explica desde la EDAR de Cheles, cómo nos enfrentamos en Promedio a los contaminantes emergentes para conseguir que el agua sea devuelta a la naturaleza en las mejores condiciones. ¡No te lo pierdas!