Nuevas medidas para prevenir y reducir el desperdicio de alimentos y textiles
El Parlamento Europeo dio luz verde esta semana a una serie de medidas para la prevención y reducción del desperdicio de alimentos y textiles en toda la UE, que cada año alcanza casi 60 millones de toneladas (132 kg por persona), en el primer caso, y 12,6 millones de toneladas de residuos textiles, en el segundo.
Tras el visto bueno del Consejo de Europa al texto legislativo a principios del verano, se procederá ahora a la firma y publicación de la norma en el Diario Oficial de la UE. Los países que forman parte de esta entidad supranacional, contarán con 20 meses a partir de su entrada en vigor para trasladar las normas a la legislación nacional.
¿Cómo se reducirá el desperdicio de alimentos?
Entre las medidas que recogen las normas aprobadas se establecen:
objetivos vinculantes para la reducción (que será calculada en comparación con la media anual de desechos generados entre 2021 y 2023):
la reducción deberá ser de un 10% en el procesamiento y fabricación de alimentos;
en el comercio minorista, los restaurantes, los servicios de alimentación y los hogares, la reducción debe alcanzar un 30% per cápita;
tendrán que cumplirse a escala nacional a más tardar el 31 de diciembre de 2030.
la donación de alimentos no vendidos que sean seguros para el consumo humano → los países de la UE deberán identificar a los agentes económicos que desempeñan un papel importante en la prevención y generación de residuos alimentarios y adoptar medidas para garantizar la donación.
¿Qué ocurrirá con los residuos textiles? 
Las nuevas normas sobre textiles se aplicarán a ropa y accesorios, sombreros, calzado, mantas, ropa de cama y cocina, y cortinas. Por iniciativa del Parlamento, los países de la UE también pueden incluir los colchones.
Respecto a los residuos textiles, se recoge que:
en un plazo de 30 meses a partir de la entrada en vigor de la Directiva, cada Estado miembro deberá establecer nuevos regímenes de responsabilidad ampliada;
estos regímenes harán que productores que comercializan textiles en la UE tengan que cubrir los costes de la recogida, clasificación y reciclado de residuos textiles;
las disposiciones se aplicarán también a productores que utilicen herramientas de comercio electrónico e independientemente de si están establecidos en un país de la UE o fuera de la Unión;
las microempresas tendrán un año adicional para cumplir con las exigencias de responsabilidad ampliada;
los Estados miembros deben abordar las prácticas de moda ultrarrápida y de moda rápida a la hora de decidir sobre las contribuciones financieras a los regímenes de responsabilidad ampliada del productor.