Ciclo Completo de los Residuos
Cada uno de los extremeños generamos 1,25 kg de basura al día. Esto supone 438 kg al año, que se convierten en 1.752 kg si tomamos como referencia una familia de cuatro personas.
¿Qué hacemos con todo eso? Si no supiéramos dar una buena respuesta a esta pregunta, tendríamos un gran problema.
Si cada uno depositara los residuos donde le pareciera, sin atender a los lugares habilitados para ello o al tipo de material, nuestros pueblos y ciudades se convertirían en un gran basurero imposible de gestionar. La basura terminaría en nuestras calles y campos, degradándolos.
Por eso es necesario gestionar de forma adecuada los residuos. PROMEDIO se encarga de hacerlo en los pequeños y medianos municipios de la provincia de Badajoz. Recogemos los residuos de forma periódica e higiénica, damos a los ciudadanos la posibilidad de reciclar y gestionamos todos esos desperdicios de la forma adecuada.
Nuestra forma de vida provoca que generemos toda esta gran cantidad de residuos. La fabricación de cada uno de los objetos que tiramos (botellas, plásticos, papeles, comida…) requiere del uso de unas materias primas provenientes de la naturaleza. ¿Por qué es importante que esos objetos tengan una segunda vida?
- En primer lugar, porque los trabajos de extracción, transporte y elaboración de las materias primas precisan de un consumo de energía que generan contaminantes. Si reciclamos haremos que se vuelva a producir un bien sin necesidad de repetir el proceso de elaboración de la materia prima y, en consecuencia, evitando la emisión de nuevos gases.
- En segundo lugar, porque los recursos naturales necesarios para la obtención de la materia prima son, en algunos casos, limitados y, en todo caso, algo a preservar. En nuestras manos está que un árbol sea utilizado para producir papel de un solo uso o que del mismo árbol se produzcan muchos folios.
- En tercer lugar, porque todos queremos que el maravilloso entorno natural del que disfrutamos en la provincia de Badajoz pueda ser vivido también por nuestros descendientes. No sería justo que ellos pagaran por nuestra desidia.
- En cuarto lugar, porque una sociedad que recicla mucho y bien es una sociedad madura, consciente y responsable. Es absurdo que no trabajemos por cuidar nuestra propia casa.
- En quinto lugar, porque el reciclaje genera puestos de trabajo gracias a toda la infraestructura y la logística necesarias para poner en pie y mantener el ciclo de los residuos. Cuando más y mejor reciclemos, más gente será necesaria para gestionar el proceso.
Desmontando las falsas excusas para no reciclar
Hay ciertas leyendas urbanas que en ocasiones sirven de excusa para no reciclar. Son falsas y nos perjudican a todos, por lo que es conveniente saber qué responder cuando las escuchamos.
- Todos los residuos se juntan en el camión de la basura.
FALSO. Si has visto a un camión recogiendo residuos de contenedores de distintos colores puede ser por dos motivos: o bien es un camión con sistema bicompartimental (es decir, que tiene dos compartimentos, uno para cada tipo de reciclaje) o bien alguien ha depositado tal cantidad de impropios en uno de los contenedores que todo su contenido debe ser recogido como si fuera fracción resto. De todas formas, si ves cualquier irregularidad o alguna actuación te genera dudas, en PROMEDIO estamos encantados de escucharte. - Aunque nosotros separemos, en las plantas recolectoras lo vuelven a juntar todo.
FALSO (Y ABSURDO). Los residuos que llegan a los ecoparques son gestionados de forma independiente. Todos ellos son separados y clasificados, de forma manual o automática, para convertirse en nueva materia prima. - Al reciclar evitamos la creación de puestos de trabajo, ya que si no recicláramos se necesitarían más trabajadores en los ecoparques para separar.
FALSO. Si no separamos nosotros, no separa nadie. Efectivamente, en los ecoparques trabajan operarios que, manual o mecánicamente, gestionan los impropios y terminan de separar lo que se puede reciclar de lo que no, pero ese trabajo solo se puede realizar en base a la separación previa de los ciudadanos. Lo que genera puestos de trabajo es reciclar mucho y bien, concretamente casi 10 000 empleos directos en España. - Además de pagar la tasa de basura, tengo que hacer su trabajo.
FALSO. La correcta separación de los residuos solo se puede hacer desde el primer paso, el que es responsabilidad de los ciudadanos. Económica y medioambientalmente, sería inviable separar y reciclar si depositáramos todos los residuos juntos. Por otro lado, lo que pagamos por la recogida de residuos incluye la gestión de los mismos, no la separación. - El proceso de reciclaje precisa de más energía que la fabricación de un producto con nueva materia prima.
FALSO. Gracias al reciclaje se ahorra agua, energía y materia prima en la fabricación de nuevos productos. En cuanto al transporte, llevar los residuos al ecoparque genera una contaminación similar a llevarlos al vertedero. - Los productos reciclados son de peor calidad.
FALSO. Nos sorprendería saber la cantidad de productos reciclados que usamos en nuestro día a día sin que echemos de menos ni un ápice de calidad. De hecho, cada vez son más las industrias de todo tipo que investigan sobre cómo usar material reciclado en la fabricación de sus productos. - Que yo no recicle un envase o un cartón no tiene ninguna incidencia a nivel global.
FALSO. Es evidente que solo se consiguen grandes cosas con pequeños gestos. Por otro lado, como ciudadanos, esos pequeños gestos es todo lo que podemos hacer y, en consecuencia, es necesario darles el gran valor que tienen. - Si me pagaran por reciclar, como hacen en otros países, yo reciclaría.
FALSO. En ningún sitio pagan por reciclar. Lo que se hace en algunos países, utilizando el sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR), es devolver la cantidad que se pagó por el envase. Es decir, si al entregar el envase en la tienda se devuelven 5 céntimos de euro, son los mismos 5 céntimos en los que se incrementó el precio del producto, imputables al envase. Además, este sistema no se puede aplicar a todos los residuos y genera muchas dificultades logísticas para los ciudadanos, comercios e instituciones. - No es mi problema. Que lo resuelvan los políticos, que para eso les pagamos. O las empresas, que se ahorran dinero gracias a nuestro esfuerzo.
FALSO. Por supuesto que es tu problema. Todos tenemos responsabilidad en el cuidado del medio ambiente. Se la exigimos a nuestras instituciones, y las leyes obligan a las empresas. Ambas deben cumplir, pero, a nivel global, poco pueden hacer sin el compromiso de todos y cada uno de nosotros.
Reciclar es una decisión personal. Hay gente que decide no hacerlo. Pero que no te convenzan de que tienen motivos para ello.