Hábitos responsables en la gestión de residuos
La generación de residuos está íntimamente al consumo. Todos nosotros, como consumidores, tenemos el grandísimo poder de cambiar la realidad, ya que las empresas tomarán las decisiones principalmente en base a las ventas que consigan.
Si fuéramos muchos quienes tuviéramos en cuenta cuestiones medioambientales a la hora de llenar el carro de la compra es posible cambiaran algunas actitudes que hoy vemos normales, pero que perjudican al medio ambiente.
Estas son algunas de las acciones conscientes que se pueden llevar a cabo para reducir la cantidad de residuos.
- Las tres R. La norma básica es reducir la cantidad de residuos que produces, reutilizar los objetos para alargar su vida útil y reciclar todo aquello que ya no te sirva.
- Compra solo lo que realmente necesites y/o vayas a usar. Los productos que compras por impulso pero que nunca consumes o utilizas generan residuos innecesarios. Para conseguirlo, haz una lista de compra y cíñete a ella.
- Ten en cuenta que los productos que compres tengan el menor número de envases posible. Por ejemplo, evita las verduras o frutas que vienen en bandejas blancas y que, a su vez, están envueltas en plástico.
- Busca alternativas a los productos de usar y tirar. Las servilletas de papel o los platos, vasos y cubiertos desechables generan una gran cantidad de residuos.
- No hace falta que te cobren por las bolsas de plástico para saber que hacemos un uso excesivo de ellas. Lleva siempre contigo una bolsa de tela y utilízala para tus compras. Y acuérdate del tan clásico y práctico carrito de la compra.
- Elige productos de temporada y de la tierra. Favoreces a tu salud, a tus vecinos y a la naturaleza. Además, llegan a tu casa sin que haya sido necesario consumir grandes cantidades de energía en su transporte.
- Si es posible, compra en grandes cantidades. El envase será más grande, pero será solo uno.
- Que los envases de los productos que consumas sean reciclables. Rechaza los envases mixtos, hechos de cartón o papel y plástico, ya que, si no se separan sus partes, no podrán ser reciclados.
- Fíjate en que los productos luzcan etiquetas que certifiquen una producción ecológica. Una de ellas es la Etiqueta Ecológica Europea.