Viernes 8 mayo 2020 Agua Residual
La Diputación de Badajoz buscará rastro de Covid-19 en el alcantarillado para vigilar la pandemia
El estudio se centrará en testear una herramienta de fácil interpretación para anticipar la evolución de la pandemia a través del análisis de muestras de aguas residuales
La Diputación de Badajoz, a través del Consorcio de Gestión de Servicios Medioambientales Promedio, iniciará en el próximo lunes un estudio de la red de alcantarillado en diferentes localizaciones para identificar posible rastro del virus SARS-CoV-2 en el agua residual urbana y estimar el porcentaje de población infectada.
Se trata de cuantificar el material genético del virus en estas muestras de agua residual con objeto de controlar su evolución y alertar de nuevos contagios con antelación.
Varias investigaciones científicas a nivel nacional e internacional han demostrado que las aguas que llegan a las depuradoras contienen ARN del SARS-CoV-2, pero las que salen ya depuradas están completamente limpias.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha manifestado que mientras que la posibilidad de contagio a través del agua residual es nula, los sistemas de alcantarillado pueden aportar una visión global del estado de la pandemia porque en ellos confluye el agua usada en la actividad diaria de toda la población.
Desde Promedio se ha realizado un análisis de publicaciones científicas para determinar los métodos de análisis y toma de muestras avalados por la comunidad científica internacional.
“Vamos a adaptar una de esas investigaciones a nuestra realidad y hacer pruebas PCR en muestras de las aguas residuales de puntos de saneamiento iniciales, cercanos a las viviendas, y del final del colector principal, antes de que vierta las aguas en la depuradora”, explica el presidente de la institución provincial, Miguel Ángel Gallardo. “Con ello valoraremos también si en ese viaje por el alcantarillado se merman las condiciones del virus”.
La fórmula elegida tiene en cuenta la cantidad de material genético identificado y la dotación de agua residual (volumen de agua residual por persona al día) para evaluar el nivel de infección.
El estudio se centrará en probar esta herramienta en tres tipos de localizaciones: una pequeña población sin casos activos que actuará como referencia, y otras de mediano (5000-10.000 habitantes) y gran tamaño (más de 10.000 habitantes), para comprobar la validez de la investigación ante diferentes escenarios.
“Es un estudio inicial y según los resultados que obtengamos podremos ampliar el muestreo a más localidades. Puede ser una herramienta muy útil para seguir la evolución de la pandemia y un método de vigilancia epidemiológica complementario al resto de los que se están ejecutando desde el Ministerio de Sanidad y el resto de administraciones”, concluye Gallardo.