Vigilancia de la calidad del agua desde el espacio
Los embalses utilizados para el abastecimiento de agua potable en algunos casos suelen tener un alto contenido en nutrientes. Esto unido junto al aumento de la temperatura por el cambio climático, se convierte en un caldo de cultivo para la aparición de un tipo de cianobacterias también conocidas como algas verde-azuladas.
Estás bacterias pueden potencialmente producir toxinas, llamadas microcistinas, que se disuelven en el agua y constituyen un problema para la salud humana y para el medio ambiente.
Se trata de un proceso natural de compleja solución, pero desde Promedio se está investigando en fórmulas para poder anticiparse a esta incidencia. Ángel Pulido nos lo cuenta en este video.